[Entrada original publicada el 05 de Junio de 2016 en elyogurlado.es]
Los diagnósticos raros eran un habitual en los casos de SAT que nos entraban a diario. No todo iba a ser el típico formateo. Tenías reparaciones que a puro de repetirse te conocías como el salón de tu casa y otras con las que podías pegarte una semana para acabar siendo la mayor chorrada conocida (o no).
Si seguías ciertos procedimientos, se podía evitar marearte durante días por algún cabo suelto. Y este es el caso de uno de los diagnósticos más raros que llegué a dar en el servicio técnico y que por suerte identifiqué en unos minutos.
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