[Entrada original publicada el 08 de Agosto de 2016 en elyogurlado.es]

Muchas veces el trabajo de un técnico informático es más difícil por el dueño que por el aparato en sí. El aparato puede tener unos problemas que podrás o no solucionar, pero cuando es la parte humana la que tiene el problema, el encargado de solucionarlo tiene un marrón serio.

Quien haya tratado con usuarios menos «avanzados» que hayan recurrido a él como ayuda informática sabrán de qué hablo.

Algunas veces no existe el problema. No digo que sea lo habitual pero ocurre. Ocurre que el usuario se empeña en que hay un problema y no lo sacas de ahí. O problemas que ocurren de forma puntual como es habitual en la informática (una BSOD, un reinicio aleatorio, un cuelgue…) que obsesionan al usuario hasta el punto de que, si por ellos fuera, irían al Media Markt más cercano a comprarse un ordenador nuevo